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Búsqueda de empleo en Europa: Algunos recursos.

En estas últimas semanas he mantenido encuentros y conversaciones telefónicas con algunos conocidos que trabajan fuera y que suelen volver por navidad. Esto, que las personas sigan abandonando el país, incluso más de lo que dice el INE y que las ofertas de empleo publicadas en España para trabajar en el extranjero hayan aumentado un poquito, un 5,2%, me ha hecho pensar que nunca había dedicado un espacio en este blog a recopilar recursos de empleo en otros países. Como otras veces que he hecho este tipo de recopilaciones me ha parecido que podría resultar útil.

Obviamente no pretendo ser exhaustivo. No están todos los recursos que existen, ni estos tienen por qué ser los mejores o los más adecuados para todo el mundo. Además voy a limitarme a cuatro países, aquellos de los que tengo un conocimiento más cercano: Portugal, Holanda, Reino Unido y Alemania. Eso si, pretende ser un listado agrupado, sencillo y abarcable que pueda resultar útil en cada territorio. Son recursos que en algún momento utilicé, que me han recomendado personas que han vivido en estos países o que yo me he encontrado visitándolos.  Muchos los utilizo desde hace años y algunos los encontré en su momento después de dedicarle mucho tiempo a Spaniards y a otros espacios similares, a separar el grano de la paja.

A estas alturas sobra decir nada sobre el tema del idioma. Si, en todos los países es necesario hacerse con algo más que un mínimo del idioma. No solo para trabajar, también para utilizar muchos de estos recursos. No, no llega con nuestro inglés de supervivencia.

Portugal

Portugal ha sufrido lo suyo estos últimos años. El desempleo, 12,1%, es alto aunque inferior al nuestro, claro. Pero donde más han sufrido es en los salarios, por debajo de lo que se estila en España. Su SMI está en 505 € y su salario medio ha venido bajando hasta situarse en 1453 €. Además no escapan a la lacra que está suponiendo el desempleo juvenil en el mundo. 33% de los menores de 25 años están en desempleo.

En cualquier caso Portugal, además de un lugar maravilloso al que considero como propio, es un país lleno de oportunidades. Desde el otro lado de la raia divisamos habitualmente oportunidades en ingeniería y alguna en hostelería. Para conocerlas, portales como Careerjet,  Sapo o Net-Empregos son muy utilizados. Pero es en el portal oficial del Instituto do Emprego e FormaÇao Profissional donde podremos encontrar, además de ofertas, información muy completa  sobre oportunidades de formación y sobre todo lo que significa trabajar en el país.

Al margen de la administración las grandes Ett’s como Adecco o Manpower tienen bastante presencia.

Y al margen de todo esto, Portugal es un país precioso en el que yo me encuentro como en casa. Más que recomendable.

Holanda

El Servicio Público holandés cuenta con el habitual apartado de ofertas. Como decía antes saber holandés es imprescindible para moverse bien por estas páginas públicas y por algunas privadas importantes como Certus Groep o Nationale Vacaturebank. Aunque aquí si hay algún recurso que puede utilizarse en Español como el Gilmo centrado en dentistas, de lo que supongo habrá bastante demanda por allí… Otras más generalistas pueden utilizarse en inglés, especialmente las que se dirigen a las personas que vienen de otros países como Together Abroad o I am Expat donde se puede encontrar información sobre el país a mayores de la propia de empleo. De hecho, como sabemos, el multilingüismo es un factor clave del mercado laboral en general, un gran nicho de mercado para algunas empresas en Holanda y una fuente de oportunidades para quien habla más de una lengua.

No nos engañemos. El mercado laboral holandés cuenta con números laborales envidiables pero eso no lo convierte en una panacea de fáciles oportunidades. Todo lo contrario, se trata de un mercado laboral difícil para las personas que vienen de fuera y no dominan el idioma ni su cultura. Quizá por ello hay personas que ofrecen servicios para conectar profesionales españoles con el mercado laboral holandés.

UK

El Reino Unido es uno de los lugares que más en mente está en quien quiere irse a otro país europeo. Yo he llegado a escuchar en Londres que somos una invasión. Y, ciertamente, en algunas ciudades como Brighton, Bristol o el mismo Londres es muy habitual reconocer a personas hablando castellano en la calle y en otros espacios públicos. Y esto también se nota en los servicios y herramientas que existen para la búsqueda de empleo. Por ejemplo, en esta podemos encontrar ofertas que tienen el castellano como requisito.

No sé si las personas que se han ido al Reino Unido utilizan su Servicio Público de Empleo. Por los comentarios que he escuchado tengo la impresión de que no, de que las personas utilizan más los servicios de Ett’s y agencias o el propio boca a boca que los Jobcentre plus. A mi, en cambio, me parece que pueden ser muy útiles y siempre los recomiendo. Hay muchas cosas de estos servicios que me gustan mucho.

Pero es cierto que en Inglaterra las Ett’s, o las agencias especializadas o sectorializadas tienen mucha presencia de mercado. Especialmente en áreas con demanda, como la sanitaria. En este sector, además del sistema público, existen un buen número de empresas y algún portal especializado muy conocido coomo GlobaelLocums. Entre los generalistas podríamos citar JobsiteReed o Jobs.ac.

Algún otro, como el caso de Fecareers, además de una búsqueda por actividades permite la búsqueda de oportunidades de mayor cualificación, lo que llaman Further Education. Otros se dirigen específicamente a las personas con una titulación superior como Intergrad.

Por último parece importante mencionar la dimensión local. Ciudades como Brighton o Bristol son tradicionales receptoras de españoles y cuentan con sus respectivos recursos locales para la búsqueda de ofertas, brightonandhoveJobs.com y mybristoljobs.

Aún así con todos estos recursos, lo más difícil siempre es empezar. Las referencias son a veces imprescindibles, incluso en el marco de estas empresas de selección. O más en ellas. Y mientras no se tienen, mientras no se va acumulando experiencia, el duro escenario del contrato de zero horas puede resultar lo habitual.

Alemania

En Alemania hay servicios fuertes, importantes y de interés en distintos temas relacionados con el empleo y con el mercado de trabajo. Por ejemplo,  si queremos optar por el autoempleo o montar una compañía. Pero el principal recurso de empleo del país es la Agencia Federal de Empleo ( Bundesagentur für Arbeit) con la orientación laboral encabezando sus servicios, una orientación muy centrada en apoyar la formación y los procesos de prácticas. También ofrecen mucha información sobre cómo trabajar en el país, sobre las condiciones, necesidades y requisitos. Para buscar oportunidades de empleo o de formación tienen el Jobbörse que puede utilizarse en castellano. De todas formas parece que registrarse previamente para el uso del servicio será más útil.

En Alemania, como en Austria, Xing tiene mayor presencia que Linkedin como red profesional digital. Su rango de penetración Alexa continúa siendo más alto que el de Linkedin (puesto 47 frente al 52, la última vez que lo comprobé) y parece oportuno contar con un perfil y con actividad en esta red si queremos participar en el mercado de trabajo alemán. En lo que refiere a buscadores de ofertas mencionaré Jobwoche.de que en su versión en papel puede encontrarse en los Jobcenters.

Como puede verse en la inmensa mayoría de los recursos de empleo del país, la formación, los vocational training, juegan un papel protagonista. Conscientes de la necesidad de cualificación del actual mercado de trabajo la oferta para iniciar estos procesos es muy amplia. De hecho, y como a veces hemos visto en España, Alemania busca personas a lo largo de Europa para que vayan a formarse y trabajar allí. Por ejemplo, bajo el marco MobiPro-Eu cuentan con The job of my life, que trata de poner en contacto a personas de toda Europa que buscan formación profesional en Alemania con las organizaciones que ofertan estas oportunidades.

Otras propuestas han surgido en España para facilitar la búsqueda de oportunidades a quienes decidan irse a Alemania.  World Wide Working con sede en Alicante ofrece servicios para quienes buscan cierta estabilidad profesional y personal en el país germano.

Como he señalado, siempre es necesario conocer o más bien dominar el idioma del país al que vamos. En el caso alemán no suele resultarnos fácil por lo que sería más que interesante buscar recursos con los que aprender y practicar para enfrentar una búsqueda de empleo en alemán.

Europa en General

Como decía al principio, solo son algunas herramientas que pueden resultar útiles en la búsqueda de empleo en estos territorios. He procurado citar siempre el Servicio Público de Empleo de cada país y mencionar algún tema o recurso que sea de actualidad o tenga cierta relevancia en cada territorio (cualificación, contratos, formación…)

Para acabar me gustaría señalar algunos recursos que no están centrados en un país en concreto y que pueden servir para completar este artículo.

El Portal Europeo de la Juventud es un recurso muy interesante donde hay ofertas de empleo y muchos otros temas con perspectiva de movilidad europea. El servicio Naric orienta sobre cómo homologar un título o cómo conseguir el reconocimiento profesional en otro país. Desde aquí hay servicios como workertutor que ayudan a buscar un empleo en otros países.

Y así podríamos seguir un buen rato. Pero ese no es el objetivo. Todo lo contrario. la intención era mostrar una colección de recursos no demasiado larga. Y ya me he pasado un poco.

Intermediación laboral y políticas participativas

Aquí ya he mencionado el Foro de Empleo que organiza la Axencia de Colocación del Concello de Compostela. En esta edición FOCO2015 (Foro Colaborativo Polo Emprego) tuve el placer de poder participar en una mesa de trabajo para hablar de intermediación y redes o, más en general, de la intermediación en el nuevo escenario digital.

En este caso no se trataba de un evento de empleo al uso. El objetivo era que el mayor número de personas posible participaran en el diseño de nuevas propuestas de empleo (y en otros ámbitos como ciudadanía, participación y sostenibilidad). Antes del evento distintos colectivos y profesionales trabajaron en generar un documento operativo, con objetivos y lineas de actuación concretas, sobre diversos temas: Empleo y turismo, empleo juvenil, emprendimiento e innovación, fomento de la contratación… o en el que yo traté de aportar, la intermediación laboral y el papel de las redes.

Cada mesa partía por tanto de un documento de trabajo sobre el que proponer, criticar, valorar y aportar. Se estableció una metodología que consistía en que las personas, una vez presentadas las lineas de actuación del documento, trabajarían en pequeños grupos (máximo de diez personas) para sintetizar propuestas concretas al final de la sesión.

Soy un firme partidario de incrementar la participación en todos los ámbitos y por supuesto en empleo, el principal problema de las personas en España, de muy largo, tal y como tercamente se encarga de recordar el barómetro del CIS. Pero he de decir que la forma de hacerlo no acabó de convencerme. Los documentos (cuando menos el de intermediación) cuentan con contenidos que precisan de un mínimo de conocimiento en la materia. Una cosa es que todos debamos participar más y más activamente y otra es que tengamos criterios suficientes para hacer aportes de valor en todos los campos a partir de un determinado grado de desarrollo. En cualquier caso no soy experto en la materia y el objetivo, el de incrementar la participación a la vez que se trata de multiplicar las aportaciones y la pluralidad, me parece más que interesante. Muy loable. Además, ciertamente surgieron buenas aportaciones. Por ejemplo, una persona preguntó “¿ cómo puede ser que se siga utilizando el Codigo Nacional de Ocupaciones sin recoger las profesiones que más demanda tienen en mi ámbito?” Gran pregunta 😉

Pero, como decía, no me gusta ejercer el papel que no me corresponde. Mi papel y el de otros técnicos era el de aportar una visión general sobre cada tema. En mi caso debía tratar de mostrar cómo es el actual escenario de la intermediación laboral, qué problemáticas enfrenta, qué cosas han funcionado y qué cosas no.

Demasiado amplio, decidí centrarme en algunos aspectos concretos (el impacto de la tecnología, la importancia de la confianza y el aporte de valor en el servicio que se da como elemento diferenciador imprescindible) con el objetivo de que esto pudiera ilustrar o enmarcar la materia en lo que refiere a los principales problemas o retos que enfrenta. Y, claro, al final también realicé aportaciones concretas desde mi punto de vista profesional. No podía evitarlo 😉

La intermediación desde los servicios públicos es una cuestión compleja. La visión y el uso de estos servicios por parte de quien genera empleo no tiene nada que ver con lo que sucede en otros países. Además, desde mi punto de vista, la intermediación pública ha sufrido el peso de los objetivos asistenciales de las políticas de empleo y no ha sabido explotar las potencialidades de la formación.

Si una empresa o un particular precisa contratar a alguien concreto, pongamos a un/una profesional para cuidar a una persona en el domicilio, el Servicio Público de Empleo no buscará sobre las personas que se formaron recientemente y han sido bien evaluadas o cuentan con informe de orientación laboral. Se remitirá a los colectivos prioritarios dentro de las personas que demandan ese empleo o a criterios similares. Y los resultados son los que son.

Este es uno de los grandes males tradicionales de la intermediación pública en España. No entendemos de forma del todo correcta cómo debemos trabajar para que las personas con más dificultades tengan más y mejores oportunidades. Y así tenemos los resultados que tenemos en algunos grupos de personas que juegan en desventaja.

La intermediación pública precisaría de cambios radicales. Y aún así me cuesta ver una intermediación pública que pueda mejorar sustancialmente sus resultados. En este momento el Servicio Público de Empleo intermedia en un 2% de las contrataciones que se realizan. Anecdótico. Y si hacemos caso de algunos estudios que se publican en los próximos dos años 7 de cada 10 empresas dejarán de contar con el Servicio Público. Así que, si queremos contar con una intermediación pública que “pinte algo” en el mercado de trabajo es buen momento para las propuestas radicales, para propuestas valientes que traten de responder a las necesidades de las organizaciones en el nuevo entorno de la sociedad digital situando a las Tic y a las soluciones digitales en el eje central, permitiendo ofertar un sistema más dinámico, eficiente y confiable. Y por supuesto, dando una respuesta eficaz a las personas que protagonizan el principal problema del país.

El todo vale de las políticas de empleo

Hay quien considera que los grandes cambios de estos años en el mercado de trabajo no afectan a una importante parte de la población o que les resultan ajenos a algunos sectores o actividades. Me refiero a los grandes cambios que se derivan del impacto tecnológico (las sustituciones avanzan veloces), de las propuestas de la economía colaborativa, de la digitalización o del envejecimiento de la población que dibuja un futuro bien distinto para el 2030. Y me refiero en concreto a quienes piensan que las personas desempleadas podrán encontrar empleo como venían haciéndolo.

Con esa forma de pensar mantenemos las propuestas y los servicios de promoción del empleo, insistiendo a las personas en que busquen lo que no existe, de formas que ya no funcionan aunque eso justifique nuestro trabajo y parezca  que justifica el de las personas.

Para mi no es así. Vívimos ya en un mercado de trabajo difícil de reconocer comparado con el de una década atrás. Los cambios son profundos y no siempre positivos. Y con el mercado de trabajo también ha cambiado la búsqueda de empleo. Nunca fue echar curriculums, pero ahora mucho menos.

Por la contra muchas de las actuaciones que promovemos para apoyar a las personas en búsqueda de empleo no han cambiado. Es más, tenemos un sistema de control que especifica el número de CV que hay que “echar” para justificar que se busca empleo. Independientemente de que esta práctica reciba críticas desde el propio ámbito de RRHH, es de sentido común que pedir que nos sellen la entrega de un Cv o solicitar un justificante por una entrevista no parece que sean acciones que vayan a contribuir positivamente. Pero, en la linea de lo que decíamos, tampoco queda nada claro que estas justificaciones sean mínimamente efectivas. Las personas no encuentran empleo así. Las personas suelen enfrentar situaciones mucho menos estandarizadas y difíciles como trabajar sin cobrar y sin contrato, a modo de prueba. O como sucede en Inglaterra con el contrato de zero horas, cada vez más extendido.

Como criterios para justificar que alguien busca empleo tampoco parecen muy ajustados. Muchísimas personas pueden presentar estas justificaciones y no por ello realizar una búsqueda de empleo constante y mucho menos acertada. Es decir, no por ello están llevando a cabo acciones que realmente les puedan mejorar sus perspectivas de empleo. Si queremos buscar esto, que deberíamos, habría que pensar en las posibilidades de contar con una plantilla en la que los profesionales de orientación sean protagonistas.

Pero no es así. El Servicio Público de Empleo se gasta 243 millones anuales en una plantilla que sigue creciendo. Pero es incapaz de dar servicios útiles a sus clientes. Sólo control y personal administrativo. Así no es de extrañar que quien colabora con los servicios de empleo acabe llamándole orientación laboral a cualquier trabajo administrativo, como se ve en esta oferta que no solo es real, también incomprensible. Cuando menos, yo no la entiendo. Pero es un claro ejemplo del todo vale en el que se han convertido los servicios de empleo y los de orientación específicamente.

En este año he tenido que ayudar a distintas personas a justificar sus búsquedas de empleo para solicitar la Rai u otras prestaciones. En muchos casos lo realizado y estos criterios tienen difícil encaje. Hay personas que están muy alejadas del mercado de trabajo y se han centrado en formarse fuera del Servicio Público de Empleo. Otras deben pasar por una recuperación emocional o cubrir previamente aspectos que refieren a sus competencias básicas, las digitales sin ir más lejos. Y casi nada de esto se hace en el paraguas del Servicio Público de Empleo, algo que se pide en la relación de actividades a justificar.

En el ámbito del emprendimiento, por ejemplo, se menciona que contarán acciones de formación e información. Pero yo tengo el caso de una chica que ya ha ganado un par de pequeños premios de emprendimiento a la que estas acciones no le han sido suficientes. Y eso que trabaja por horas en verano y trata de combinar el desarrollo de su idea con la entrada de dinero por cuenta ajena. Hace un trabajo intenso. Mejorable y muy necesitado de cambios, pero intenso, constante y de mucha presencia social. Pues ni con los premios. Para ella no fueron justificación suficiente.

Por cierto, estas prestaciones o programas ligados a prestaciones también participan de la confusión y han situado el concepto de persona desempleada de larga duración en un depende.

Desde hace muchos años todos entendíamos que una persona pasaba a estar en situación de desempleo de larga duración cuando pasaba un año sin trabajar. Incluso se concretaba el concepto diciendo que trabajar 90 o más días en un periodo de 365 hacía perder la condición de parado de larga duración. Pero ahora ya no es así. Ahora depende del programa, pues en el Prepara, en la Rai o en el Programa Extraordinario de activación se dicen cosas distintas. Para mi los conceptos son importantes y no deben saltar por los aires por mucho que aumente la población en desempleo en esta situación. Es más, el INE cuenta con una definición fácilmente respetable en términos de gestión, sin necesidad de ahondar en este todo vale que pretendo señalar. En el caso que menciono hubiera sido suficiente con especificar más y mejor los criterios concretos sin mencionar nada de “parado/a de larga duración”. Y en el caso específico de los parados de larga duración, un gran y difícil problema de nuestro mercado de trabajo, estaría muy bien seguir las recomendaciones que recientemente ha dado la Comisión Europea en forma de tres medidas concretas.

Con todo, no se ve que adecuemos ni los sistemas de control ni los servicios de apoyo a lo que entendemos que están necesitando las personas y el mercado de trabajo. En julio se aprobó un nuevo Plan Anual de Empleo  y en los Presupuestos Generales del Estado parece que se incrementa la inversión. Pero solo parece. En realidad el peso presupuestario de las Políticas Activas ha caído del 0,7% del PIB al 0,4%. Una inversión escasa e incomprensible tratándose del principal problema de los españoles. Igual de incomprensible que la falta de nuevas propuestas organizativas, especialmente las que deben situar a la orientación en el lugar que le corresponde.

Un tiempo de cambios tan grandes siempre es un buen momento para recuperar el para qué hacemos las cosas y el conocimiento de a quién se las dirigimos. La apuesta pasar por contar con profesionales de la orientación para conocer con más detalle con quién trabajamos. Profesionales con recursos legales que les permitieran manejar las prestaciones con cada uno de sus clientes, independientemente de que estén en un programa o no.

El control de las prestaciones es imprescindible y debe mejorarse. Pero también es cierto que debemos mejorar las propuestas y los servicios que ofrecemos. Yo sigo echando de menos propuestas de dinamización, foros, apoyos individuales y, si, formación. Sé que es costosa pero debemos ver de una vez cómo en otros países se arman de inventiva para contar con una oferta formativa mayor. No pondré ejemplos. En este blog he hablado otras veces de lo que se hace en Austria, del sistema de orientación de Dinamarca o de cómo funcionan los programas de formación y de contratación de aprendices en UK. No todo es trasladable y no todo funciona bien. Pero si podríamos probar opciones que funcionan en otros territorios. Y no por que sí. No es una cuestión banal. A pesar de la recuperación, nos enfrentamos a un escenario en el que parece que tendremos que vivir con altísimas tasas de desempleo. Justo a esto es a lo que habrá que dar una respuesta más adecuada que la que hemos dado hasta ahora, demasiado centrada en las poco efectivas ayudas a la contratación.

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