Arquivos mensuais: Xuño 2021

La nueva Formación Profesional y la orientación

Desde el pasado año vivimos tiempos de cambios en la Formación Profesional que culminarán en una nueva Ley Orgánica de Formación Profesional que el Consejo de Ministros prevé tratar este mismo junio. Algunos de los cambios a los que asistimos son novedosos. Otros, demandas con cierta historia. Pero, en cualquier caso, todos son cambios de calado hacia una FP más simple y dinámica en su gestión y en la respuesta al mercado de trabajo. Y también hacia una FP más inclusiva que busca llegar a un mayor número de personas (se anuncia la creación de 200.000 nuevas plazas en cuatro años).

Novedades

Entre las novedades destacan, creo yo, todas las que refieren a reforzar el carácter inclusivo de la FP. Por ejemplo, la oferta para los mayores de 17 años que abandonaran el sistema educativo o las ofertas específicas de ciclos formativos de grado básico dirigidas al alumnado con necesidades específicas especiales.

Pero entre todo el maremágnum de novedades hay dos cuestiones que marcarán significativamente la Formación Profesional del futuro próximo y concretamente la Formación Profesional para el empleo:

La primera es una demanda histórica a la que no se puede hacer otra cosa más que dar la bienvenida. Solo queda que en cada comunidad autónoma se respalde con los recursos necesarios para garantizar que todas las personas que lo deseen puedan certificar su saber hacer.

La segunda es una apuesta de revalorización de la Formación Profesional que no solo asciende al nivel de Secretaría General sino que lo hace aglutinando las competencias que hasta ahora correspondían al Ministerio de Trabajo en lo que refiere a las Cualificaciones Profesionales y a los Certificados de Profesionalidad. De hecho, el Sepe ya no financia la formación referida a Certificados de Profesionalidad.

Otras cuestiones clave

A estos grandes anuncios les faltan algunos aspectos clave que esperemos surjan en el desarrollo de la ya mencionada nueva Ley Orgánica de Formación Profesional.

Supongo que en un tema tan debatido como el de la FP, con tantas perspectivas y temáticas, todos tenemos en mente cuestiones que consideramos clave para que realmente la FP consiga sus objetivos, entre ellos el de converger con los objetivos de la política europea en materia de Formación Profesional.

En mi caso, señalaría dos cuestiones que aún echo de menos pero que confío en que la nueva Ley recogerá de forma específica.

Por una parte creo que es fundamental definir el papel de las empresas. Tal y como se ha anunciado la mayor parte (o toda) la FP será Dual. Y eso puede llevarnos a pensar que las empresas tendrán una implicación y una participación activa. Pero será preciso diseñar bien este punto. La empresas deben sentirse copartícipes de los contenidos y, especialmente, del aprendizaje práctico de las personas. Esa es la única forma de que se comprometan y de que, finalmente, la FP consiga el prestigio social que tan injusta y falazmente le negamos.

Por otro lado aún no se ha hablado de forma concreta ( o yo no lo he visto) del papel de la orientación en esta nueva FP (Actualización: Ahora ya sí se sabe cuál es el papel que jugará la orientación). Sí se ha hecho en ámbitos académicos, por ejemplo en los trabajos de los profesores Benito Echeverría Samanes y Pilar Martínez Clares, pero no tanto en en las ideas hasta ahora avanzadas desde el gobierno. Como decía, confío plenamente en que en la propuesta de la nueva Ley la orientación jugará un papel clave, como no puede ser de otra manera.

Es más, espero que sea un buen paso para entender la orientación laboral a lo largo de la vida, una orientación que encardine el ámbito educativo con el laboral y el desarrollo profesional. Una orientación en la que los departamentos de FOL puedan proponer y liderar propuestas de trabajo en equipo entre los centros, los distintos servicios de orientación públicos (Autonómicos, Entidades Locales) y las empresas.

La Orientación

Espero, por tanto, que tengamos una buena oportunidad para pasar a jugar ese papel más activo y de más valor que algunos llevamos tiempo reclamando. Por un lado ese rol clave de apoyo a las personas en su desarrollo profesional. Por otro, una esencial función de nexo entre entidades y sistemas. Y, finalmente, como uno de los interlocutores clave a la hora de evaluar y diseñar nuevas propuestas de actuación, tanto formativas como en las políticas de empleo. Una reclamación, la de que se nos escuche, que también es histórica. Cuando menos para algunos de nosotros que no hemos dejado de dar la tabarra con esto 😄

Además, espero que todo ello tenga un pequeño efecto boomerang y podamos superar un formato de orientación laboral basado en “cursos escasos”. He hablado varias veces sobre esta cuestión que hoy mismo me ha vuelto a venir a la cabeza tras conversar con una persona. Me dice que había dejado solicitados un buen número de cursos en el Servicio Público, cada cual más dispar y desde mi punto de vista sin posibilidades reales de que mejoren su empleabilidad. El caso es que, finalmente, le llaman para uno de esos cursos. Justo el que yo creo que menos le va a aportar y que se celebra a muchos kilómetros de distancia de donde vive, en otra provincia.

Problemas como este podemos solucionarlos con una buena orientación laboral pues esta es una de sus funciones. La orientación laboral puede y debe servir para ajustar la oferta formativa y las actividades de las políticas de empleo a las personas. Y viceversa.

Dejaremos para otro momento el por qué la oferta formativa no tiene en cuenta los resultados de orientación. Fundamentalmente porque este escrito se hace largo y solo tenía como objetivo comentar el nuevo escenario que se nos está abriendo para la Formación Profesional. Un nuevo marco muy esperanzador para la Formación Profesional y, como decía, para la orientación laboral. Mientras esto va cogiendo forma, desde la orientación laboral miles de profesionales de toda España, poco visibles y creo que no bien valorados, seguirán ayudando a las personas a enfrentar su futuro en un entorno incierto e inestable pues estamos convencidos de que en el hoy es donde hacemos las cosas para ese futuro.