Hace mucho tiempo que Barcelona Activa es para mi una referencia en orientación laboral y políticas de empleo. No es la única, pero quizá la más importante junto a lo que se hace en Valencia o en Zaragoza en cuanto a propuestas desde lo público.
Obviamente no son una referencia porque todo lo que hagan esté bien y salga perfecto. Son una referencia porque llevan muchos años proponiendo, innovando y señalando cuestiones clave en cada momento.
Hace unos días me encontré en la calle a un chico con el que hacía tiempo había tenido una entrevista de orientación laboral. Me preguntó por dónde podía dirigirse a una feria de empleo que había ese día. Mientras se lo decía los dos nos dimos cuenta de que nos conocíamos y de que, efectivamente, habíamos tenido un par de entrevistas de orientación laboral. En aquel proceso eleboramos un CV. Un documento que, ya le han dicho, está fatal. Sigue lendo →
Pero, dentro de este debate tan presente, creo que aún limitamos nuestro concepto de conciliación al de la situación de madres y padres con hijos. Hemos dejado de lado otros ámbitos de la conciliación que también son muy importantes. Y con ello no quiero decir que no queden muchas cosas por hacer en el caso de madres y padres con hijos menores. De hecho, queda todo. Algo tan básico como contar con permisos de maternidad y partenidad iguales e intransferibles sigue en el ámbito de la reclamación, a pesar de su reciente aprobación en el Senado. En otros paises, que no utilizan la crisis como escusa permanente, las cosas son bien distintas.
Y es que sigue sin existir la conciencia o sensibilidad necesarias más allá de algunas empresas, ámbitos o sectores. O, cuando menos, yo no la veo en mi entorno. Es más, en mi propia actividad, en las políticas activas de empleo, sigue sin estar suficientemente presente. Hay programas o proyectos de empleo que obligan a mujeres solas, sin recursos y con cargas a entrar a las 7:30 de la mañana y salir a las 15:00 en lugares sin transporte público suficiente. O, más bien, pretenden obligar. Porque lo que realmente sucede es que una gran cantidad no acuden. Permanecen fuera de toda la actividad que puede acercarlas al mercado de trabajo. Obviamente, para ellas no es asumible en términos económicos o puramente operativos. Les pedimos imposibles.
Pero, más allá de la escandalosa falta de adaptación de las políticas de empleo a la realidad de las personas, que precisaría un artículo completo, hoy quería señalar la conciliación que las personas precisan para atender a sus mayores como padres o abuelos. En un contexto de aumento de años de vida, esta conciliación se hace cada día más necesaria. Y aún así, sigue siendo un problema muy poco visible.
En mi trabajo, como decía, me encuentro con madres con serias dificultades para volver al mercado laboral. Y me resulta habitual ver como muchas personas tienen que abandonar sus carreras profesionales para cuidar de sus padres o de otros familiares de más edad. No son casos aislados. Se me presentan bastante y, aunque he trabajado con algunos hombres en esta situación, las mujeres son las más afectadas.
Publicado en Praza.gal
En esta experiencia mía a la que me estoy refiriendo, la mayor parte de estas personas son trabajadoras cualificadas con pleno desarrollo profesional que deciden dejar sus trabajos para cuidar de sus padres. Pero no hablamos de decisiones voluntarias. Hablamos de decisiones tomadas ante la imposibilidad de compaginar el ejercico profesional con el cuidado de sus mayores.
1º) Elaborar ya una ley de conciliación que contemple medidas para quienes tienen a su cargo a personas de más edad que necesitan asistencia, permitiéndoles compaginar las dos actividades.
2º) De una vez por todas empezar a entender el horario de trabajo de forma flexible, sin la rigidez impuesta por una era industrial ya superada.
4º) Seguros de vida que puedan incluir servicios de cuidado a personas.
3ª) Retribución flexible.
5º) Vacaciones íntegras y continuadas.
Son todo propuestas que he ido recopilando a partir de buscar información sobre el tema. Propuestas que parecen necesarias si queremos mejorar nuestros niveles de cotización y garantizar la participación y el desarrollo profesional de las personas (de las mujeres). Y, también, propuestas necesarias para una sociedad más justa. No olvidemos que una sociedad puede definirse por como cuida de sus mayores y de sus niños. Y si pensamos en ello, creo que aún nos queda mucho por mejorar.
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