Valoración de la Garantía Juvenil en España

Garantía JuvenilA principios de este año el Gobierno de España publicó los datos de ejecución de la Garantía Juvenil. Bueno, no son datos de ejecución. Son una noticia de La Moncloa que afirmaba que “el Consejo de Ministros ha recibido un informe…” no sabemos de quien.

En cualquier caso, supongamos que este informe viene de los responsables de gestión de la Garantía Juvenil o de algún organismo relacionado. Y, a pesar de no contener ninguna referencia al INE o al Servicio Público de Empleo Estatal, supongamos también que todos los datos son rigurosamente ciertos. Pues bien, aún así, no acabo de entender el tono (y el propio contenido) triunfalista.

No pretendo situarme en una posición de negatividad permanente. Y mucho menos en una posición en la que no celebre o me alegre de lo bien hecho. Es una gran satisfacción ver datos positivos en el mercado laboral y en las políticas de empleo.

Pero si pretendo matizar la visión general de los resultados, tratando de situarlos en su justo lugar. Para mi la Garantía Juvenil ha sido un proyecto clave. Lo dije aquí cuando se aprobó. Ahora bien, también creo que se ha convertido en una oportunidad perdida. Un oportunidad que, ciertamente, ha dado algunos buenos resultados pero que no ha conseguido cambiar el escenario. De hecho en muchos momentos ha mostrado lo mal que hacemos tantas cosas en las políticas de empleo. Y esto también lo dije aquí en su momento.

Hoy me gustaría señalar algunos aspectos o resultados que se destacan y que, creo, son matizables o precisan un mínimo de contextualización.

Por ejemplo, en el documento se presenta como un gran mérito haber llegado a un millón de inscritos casi cuatro años después. Nada menos que tres años y medio para lograr esa cifra. Un logro, sin duda, pero con el tiempo invertido no parece que sea para celebrar.

Se tardaron muchos meses en tener activa una base de datos específica. Muchos más, unos ocho creo recordar, en utilizar mensajería para llegar a las personas. Pero, con todo, finalmente fue necesario decidir que se consideraría a todas las personas con menos de 30 años anotadas en el Servicio Público de Empleo como participantes de la Garantía Juvenil. Es decir, tras crear una base de datos específica al margen del SPE y pagar una asistencia técnica con todo su equipo se concluyó que el SPE sería más efectivo. Como decía el refrán, para este viaje no eran necesarias esas alforjas.

Con todo, por lo que se ve, a principios de este año había un millón de personas inscritas en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil. Un buen dato que, como decía, creo que llega muy tarde, después de haber hecho muchas cosas mal. Solo esto debería llevar a una reflexión profunda sobre el uso de la tecnología en la puesta en marcha de estas medidas, sobre cómo se realiza la difusión de la información, sobre los conceptos que se manejan, sobre las asistencias técnicas o sobre el propio papel que debe jugar el SPE en cada momento. Aunque, estoy convencido, esta reflexión no se hará.

También se presenta como dato muy positivo el hecho de haber conseguido bajar la tasa de desempleo juvenil en 20 puntos. Y lo es. Quien puede decir que no. Pero no nos olvidemos que seguimos teniendo la segunda tasa más alta de europa. Y para esto también deben servir programas como la Garantía Juvenil. No solo se trata de conseguir números absolutos, también deberíamos ser capaces de cambiar nuestros números en el marco europeo. Toda Europa ha mejorado sus tasas de desempleo juvenil. Nosotros eramos la segunda peor y seguimos siéndolo.

Y es que los programas de empleo, especialmente estos tan amplios y económicamente tan importantes, deberían servir para algo más que conseguir contratos. Recordemos que un contrato no es un empleo. Son cosas diferentes.

Hay programas en los que la finalidad es que las personas participantes consigan un contrato. Pero también es verdad que los problemas del desempleo español son más profundos y van más allá de eso. Los problemas del desempleo español, el juvenil especialmente, tienen mucho que ver con la formación. El desempleo lo protagonizan las personas de menor formación mientras que el 90% de las ofertas demandan estudios medios, FP o estudios superiores, como mostraba un reciente informe de Adecco e Infoempleo:

La formación solicitada en las ofertas de empleo en 2017. Adecco / Infoempleo

Un programa como la Garantía Juvenil debería contribuir de forma decidida a solucionar este tema. Está bien que se logren contrataciones, pero deberían lograrse objetivos de reducción en la brecha de formación de los jóvenes. Eso tendría un impacto mayor en el mercado laboral y en la reducción de las tasas de desempleo juvenil.

La medida que resultaría más efectiva para el empleo en España sería reducir la tasa de abandono escolar o dotar a quienes abandonan de las habilidades y competencias básicas. Este es uno de los errores de la Garantía Juvenil en España. Se ha centrado en resolver problemas de carácter inmediato financiando proyectos que procuran una inserción rápida. Mientras, ha dejado de lado medidas como las escuelas de segunda oportunidad. También iban en el proyecto que presentamos a Europa pero no han tenido tanto éxito. Para las entidades que solicitan y ponen en marcha las medidas en el marco de la Garantía Juvenil (ayuntamientos, diputaciones, organizaciones del tercer sector, fundaciones…) estos proyectos no venden tanto. Y así nos va.

4 reflexións sobre “Valoración de la Garantía Juvenil en España

  1. Fermin

    Completamente de acuerdo en el tema de la importancia que tiene el abandono escolar. Es importante darlo a conocer para ponerle remedio lo antes posible.

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