No he podido resistirme a traer aquí la idea de las oficinas de empleo de El Roto. Más que nada porque coincide a la perfección con la que tienen las personas que las utilizan. El genio de El Roto lo plasma con la sencillez y austeridad que le caracterizan, pero se trata de un problema bien complejo y con mucha historia.

Muchas personas y organizaciones llevamos un buen tiempo reclamando unas oficinas de empleo que oferten un tratamiento individualizado y con recursos suficientes para una acción mínimamente eficaz.

Desde hace ya mucho tiempo se reclama que las oficinas de empleo dejen de lado sus burocracias, algunas necesarias pero muchas fuera de lugar, para que las tareas de atención a las personas tomen su necesario protagonismo. Pero es en estos momentos de inmensa crisis ,con algunas zonas de España enfréntandose a las tasas más altas de desempleo de toda su historia, cuando parece imprescindible la reformulación de su trabajo.