Arquivos mensuais: Xaneiro 2020

Estonia: la innovación, la educación y la orientación

Estonia

Hace unos meses una compañera de FOL buscaba en diversos foros información sobre propuestas de orientación innovadoras en Europa. Como comenté con ella, creo que cuando nos preguntan sobre nuevas propuestas en orientación a todos nos vienen a la mente lugares como Dinamarca. Pero a mí el pensamiento me va hacia otro lugar, hacia Estonia.

Quizá no sea el caso más conocido en nuestro entorno pero a mí es de los que más me gusta. Primero porque todas sus propuestas en el ámbito del desarrollo profesional están ligadas al concepto de ciudadanía digital, lo que las convierte de por sí en innovadoras y, desde mi punto de vista, en un ejemplo a seguir.

Segundo, no voy a ocultarlo, porque en la única visita que realicé al país (que espero repetir pronto) la experiencia fue sensacional. Es fácil poder sentir en las personas y en el ambiente su compromiso con el futuro. A poco que tengas oportunidad de vivir un evento, visitar una institución o simplemente hablar con la gente, puedes sentir sus ganas de dar un salto. No un paso, un salto. Porque eso es lo que buscan, dar un salto de los de longitud. Y transmiten esa idea con pasión, lo que es impagable.

Por eso, cuando esta compañera me contactó no lo dudé un momento. Si quieres conocer ejemplos de innovación en orientación laboral, en educación y en promoción económica, yo me acercaría a Estonia.

Es un país enfrascado en un proyecto global para pasar de forma planificada a la economía digital. Es el primer país del mundo, que yo sepa todavía el único, que propone la e-Ciudadanía y la e-Residency. En este marco desarrollan un completo proceso de transformación digital que va desde la atracción del talento al transporte (Tallín es una de las pocas ciudades en las que el transporte público es gratuito para sus residentes) pasando por la generación de empresas emergentes (startups). En este campo, como puede verse  en el cuadro siguiente del Index Venture, ya encabezan la lista de países generadores de ecosistemas para las nuevas empresas tecnológicas. Vamos, que a día de hoy son el país del mundo que ofrece más facilidades a las nuevas iniciativas de base tecnológica.

En el ámbito del empleo, el que más conozco, hacen una fuerte apuesta por atraer talento y capital de empresas digitales. Entre un buen montón de medidas está la orientación laboral que combina desde el inicio herramientas digitales con entrevistas personalizadas e incluso en grupo.

A mi me resulta interesante por el uso de las herramientas y por el empeño en atraer profesionales. Hasta tienen un programa de orientación específico para las parejas de las personas que van a trabajar a Estonia. Y otro para que quienes van a estudiar trabajen al mismo tiempo. Desde la página principal pueden verse muchas de las medidas con videos muy interesantes en inglés (sí, a la mayoría el Estonio nos resulta complicadete).

En el ámbito educativo destaca lo que hacen en las Vocational Education, lo que podría ser algo parecido a nuestra FP. Entre ellas pueden encontrarse centros formativos realmente interesantes, como este de música que me gusta citar por el extraordinario papel que la música juega en la educación en los países del norte de Europa. Desde aquí resulta envidiable, en el sentido que en su momento señaló Borges.

Eso sí, como mencionaba, el idioma es una dificultad para comprender bien todo lo que están haciendo en estos ámbitos en Estonia. Cuando menos lo es para mí. Por ejemplo, la página de orientación profesional está solo en estonio y ahí empiezan los problemas para entender lo que hacen. 

En mi caso hace ya unos años que visité Tallín. Fue una experiencia reveladora. Encontré un país en ebullición. Me recordó a la España de hace ya unas cuantas décadas. Un país que está haciendo un gran esfuerzo por superar el pasado. Y lo hacen con ilusión. Se nota la efervescencia, especialmente en los negocios y en la actividad cultural que es muy intensa. Son personas muy receptivas y amables que gustan de los visitantes y de contarle a todo el mundo cómo vivían bajo el telón de acero. Un lugar al que dirigir nuestra mirada si queremos aprender e inspirarnos. Y, claramente, un lugar muy recomendable al que pienso volver pronto para seguir aprendiendo.